En este trabajo hemos querido echar al fuego ciertas formas de nuestro hacer y potenciar sobre todo un encuentro de la escena con el espacio y nuestros impulsos más vitales. Las pistas de hielo las entendemos como superficies sensuales donde depositar a los cuerpos para observarles arder, congelarse, o simplemente deslizarse de un extremo a otro hasta desaparecer
Creación, dirección, interpretación : Ana María García, Juan José de la Jara. Iluminación: Almudena Sancho Vídeo: Lengua Blanca Producido por: Cía. Lengua Blanca, Festival Citemor. Colabora: La Casa Encendida y Aula de Teatro de la Universidad de Alcalá de Henares.
Estrenado en: Festival Citemor. Montemor o Velho, Portugal. Agosto de 2008
hacía tiempo que no disfrutaba tanto en un teatro como el otro día en la casa encendida. fascinante lo de lengua blanca. ¿una palabra para resumir su propuesta? sin ninguna duda:belleza.
Sí, he bebido mucho, mucho, luego lo dejé. ¿Qué significaba? No resulta difícil. Creo que habría que preguntar a otras personas que han bebido mucho, preguntar a alcohólicos acerca de todo esto. Yo creo que beber es una cuestión de cantidad –y esa es la razón de que no tenga equivalente con la comida, por más tragones que haya. A mí comer siempre me ha dado asco, no es para mí, pero la bebida es una cuestión... Ya sé que uno no bebe cualquier cosa, que cada bebedor tiene su bebida favorita, pero la razón estriba en que en ese marco él discierne la cantidad. Se trata de una cuestión de cantidad –¿qué significa eso? Se suele hacer mucha burla de los drogadictos o de los alcohólicos porque no dejan de decir: «Entérate, yo controlo, paro de beber cuando quiero». Se suele hacer burla de ellos, porque no se comprende lo que quieren decir. Yo tengo recuerdos muy nítidos, veía eso perfectamente, y creo que todas las personas que beben lo comprenden: cuando uno bebe, a lo que quiere llegar es al último vaso. Beber es, literalmente, hacer todo lo posible para acceder al último vaso. Eso es lo que interesa.
Claire Parnet:
¿Y siempre es el límite?
Gilles Deleuze:
¿Es el límite? Es complicado. Te lo diré con otras palabras: un alcohólico es alguien que no deja de dejar de beber, esto es, que no deja de llegar al último vaso. Así que cuando dice: «el último vaso, no es el último, es el avant-dernière [penúltimo]».No busca la última copa, busca la penúltima..
texto extraído de Parnet y Deleuze. Diálogos. Pre-textos.1980
Existe un lugar ilegible, críptico, en el cual los discursos públicos del poder se cruzan con el espacio de lo íntimo, con la cotidianidad de nuestro cuerpo y de nuestras palabras. No nos parece descabellado pensar que en la opacidad de dicha intersección se fundan todas las potencialidades del fascismo en nuestro tiempo. En este sentido, es muy fácil detectar al fascista que se asoma a la política visible de hoy en día (Sarkozy, Bush o Aznar), sin embargo, resulta enormemente difícil reconocer al fascista que todos llevamos dentro. Inexorablemente siempre es más fácil buscar culpables, mientras que siempre nos resulta imposible reconocer la culpa propia, darnos por aludidos. Y ello se deba seguramente al régimen de binomios sobre la que se ha fundado la política moderna capitalista, a saber: la supuesta separación entre la macro y la micropolítica, entre lo público (la mirada) y lo privado (la caricia). Dicha separación es la que hace posible nuestra inocencia, nuestra pasividad; Travis ante la tv: “me siento ante el televisor y espero que suceda una catástrofe”. Sin embargo, frente a este dispositivo económico podemos pensar la estética como una máquina de guerra, la cual, frente a la inocencia propone la responsabilidad. Preguntándonos consecuentemente si el teatro puede operar como uno de esos lugares posibles para dinamitar las segmentaciones que implican el ejercicio de una violencia siempre elidida, sublimada, para buscar un espacio posible entre la palabra y el cuerpo, entre la voz y el lenguaje, entre lo personal y lo político. Dicho con otras palabras: ¿podría la escena posibilitar una línea de fuga que ponga de relieve una transversalidad entre género y cuerpo, entre propiedad y violencia? Una posible propuesta: la voz de Patti Smith y sus lánguidos acordes de la versión de Smell like teen spirit marcan la duración interminable de la secuencia, el cuerpo de Klaus se ve marcado, escrito por los nombres de aquellos hombres que hicieron factible el retorno de lo inhumano en lo humano: Pinochet, Videla, Thacher, etc. El envite no es baladí, presentar el espacio invisible en el cual se cruzan la política de estado y el cuerpo humano, presentarlo para posibilitar una nueva política y un nuevo cuerpo, un cuerpo sin órganos, andrógeno, que en la batalla consigo mismo reivindica la posibilidad de encontrarse con la alteridad sin que en su relación medien relaciones de poder o discursos industriales. Paradójicamente, esta nueva relación donde el poder es neutralizado siempre va a ser asimétrica, el yo siempre va a ser más responsable con el Otro que consigo mismo, el yo siempre va a ser más culpable:
El fin del mundo será culpa nuestra Por no tener las cosas claras Por no habernos buscado en cada sitio Por no haber sacado nuestra bandera cada día El fin del mundo será culpa nuestra Por no habernos amado de verdad Por no haber estudiado lo suficiente Por no habernos creído el mundo nuevo
Años 90. Nacimos para ser estrellas de La Tristura. Hoy 5 y mañana 6 en la casa encedida.22:00. madrid.
Hace año y medio, Matt, Casey y yo hablamos de unir esfuerzos en algo. Casey era mi vecino en Nueva York, por lo que nos veíamos muy a menudo. De hecho, ya habíamos hecho cosas juntos con anterioridad. Casey intervino en "To Die For" (Todo por un sueño, 1995) y Matt fue el protagonista de "Good Will Hunting" (El indomable Will Hunting, 1997).
Por lo que supongo que los tres queríamos trabajar juntos de nuevo. Particularmente, Matt y Casey querían afrontar un proyecto que fuera algo distinto, del que sólo hubiéramos hecho un bosquejo antes de empezar a rodar, y a partir del cual ir evolucionando a medida que avanzáramos.
Me estaban influyendo ciertas cosas de Bela Tarr que había visto recientemente, y traté de explicarlo a Matt y Casey. Creo que mi mayor aportación a este proyecto fue la idea de hacer algo para la gran pantalla que fuera considerablemente parejo al tiempo real. En algunas de las películas de Bela, particularmente en las últimas, como "Sátántangó" (1994), existe un ritmo especial.
odio a rajoy, a gonzález pons, a nuñez feijóo, odio sobre todo al programa de telemadrid de hoy con curry valenzuela e isabel san sebastián(el retorno de lo peor), a la puta constitución y de paso al rey... en galicia dentro del sistema nunca vamos a movilizarnos. hacen falta otras formas, menos psoe y menos nacionalismo, hace falta más nomadismo, más imaginación, más adoquines, más nocturnidad, más transgresión!
quizás haya que volver a galicia.a dar la batalla. ahora más que nunca.
"os galegos non protestan, os galegos emigran" castelao
No fim dos anos 60, Jean-Luc Godard se uniu a um grupo de intelectuais de esquerda em torno das idéias de Mao Tse-Tung para realizar filmes experimentais militantes. Este Grupo se autodenominava “Grupo Dziga Vertov” em homenagem ao ilustre cineasta russo e teve participação ativa de Godard e de Jean-Pierre Gorin, na época editor do jornal Le Monde. Com o filme British Sounds de 1969, o Grupo Dziga Vertov retrospectivamente se autodenomina. São ao todo 9 filmes que questionam o cinema e suas relações com o espectador através do som, da forma, do gênero para pensar a política e a chamada “verdade” do cinema.