jueves, 15 de abril de 2010

marguerite duras y robert antelme

"Estoy cansada. Lo único que me hace bien es apoyar la cabeza contra el fogón de gas, contra el cristal de la ventana. Ya no puedo sostener la cabeza. Las piernas y los brazos me pesan, pero menos que la cabeza. Ya no es una cabeza sino un absceso. El cristal fresco. Dentro de una hora estará aquí D. Cierro los ojos. Si él volviera nos iríamos al mar. Es lo que más le gustaría. Creo que de todos modos voy a morir. Si vuelve también moriré. Si tocaran el timbre: "¿Quién es?" "Soy yo, Robert". Lo único que podría hacer sería abrir y después morirme. Si vuelve nos iremos al mar. Será en verano, en pleno verano. Entre el momento en que habra la puerta y el momento en en que estemos en el mar, estaré muerta. En una especie de supervivencia veo un océano verde, una playa un poco anaranjada, siento una brisa salada en el interior de mi cabeza, no sé dónde está él cuando veo el mar pero vive."

Marguerite Duras, Cuadernos de la guerra.

“Lo único que me queda es poder saber. Saber que M… tiene una voz, la voz que yo se que tiene. Saber que su rostro se ilumina y que se ríe con una risa que yo sé que tiene. Saber igual que un sordo y un ciego. Y saber que aquí soy el único que lo sabe”

Robert Antelme, La especie humana.

The time is near,
To come forward with whatever killed your spark.
There's still time, for you.

The Bear, My Morning Jacket


2 comentarios:

  1. Nunca he visto comentarios en tu blog.
    Tus dos últimas entradas son perfectas. Tienes amor, tienes amor. Este hombre no sé cómo vivirá pero está lleno de amor.

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  2. sólo nos puede salvar ya el amor, el amor es la fuerza de los débiles... o algo así me parece que dice fassbinder.

    gracias por tu mirada.

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