lunes, 10 de mayo de 2010

el lugar y la palabra: hong kong

no sé si estás en lugo o en madrid pero espero que estés bien. el otro día no lo encontré pero hoy sí. aquí está. do you know hong kong?

Fragmento 51. Tras el espejo. El escritor se organiza en su texto como lo hace en su propia casa. Igual que con sus papeles, libros, lápices, carpetas, que lleva de un cuarto a otro produciendo cierto desorden, de ese mismo modo se conduce en sus pensamientos. Para él vienen a ser como muebles en los que se acomoda, a gusto o a disgusto. Los acaricia con delicadeza, se sirve de ellos, los revuelve, los cambia de sitio, los deshace. Quien ya no tiene ninguna patria, halla en el escribir su lugar de residencia. Y en él inevitablemente produce, como en su tiempo la familia, desechos y amontonamientos. Pero ya no dispone de desván y le es sobremanera difícil desprenderse de la escoria. De modo que al tener que estar quitándosela de delante corre el riesgo de acabar llenando sus páginas de ella. La obligación de resistir a la compasión de sí mismo incluye la exigencia técnica de hacer frente con extrema alerta al relajamiento de la tensión intelectual y de eliminar todo cuanto tiende a fijarse como una costra en el trabajo, todo cuanto discurre en el vacío y todo lo que quizá en un estadio anterior se desarrollaba, creándola, en la cálida atmósfera de una charla, pero que ahora queda atrás como algo mustio e insípido. Al final el escritor ya no podrá habitar en sus escritos.

TW. Adorno. Minima moralia. Taurus. Madrid. 2003. p. 85


En un día claro, con viento propicio y todo en su sitio, cierta vibración musical de su voz parecía ser el auténtico rebosar libre de la intimidad de este hombre.

H. Melville, Billy Budd. Citado por Pardo, José Luis. Nunca fue tan hermosa la basura. Galaxia Gutenberg. Barcelona. 2010.p. 102


4 comentarios:

  1. alberto o la incondicionalidad: podría ser el título de un ensayo de pardo. lo que equivale a decir que es posible la humanidad en un oráculo.

    claro que este tipo de "exilio" está en la literatura, pero no sólo: está en la ficción, que es como decir que está en todas partes. aunque la conclusión --"al final el escritor ya no podrá habitar en sus escritos"-- sea aterradora.

    (dejo de sentenciar porque tú y tus musas/fuentes sentencian mejor).

    un biquiño para lo que quede de ti después de la avalancha de cine-documental.



    (no, no conocía)

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  2. de mí, querida pip, me parece que ya va quedando "muy poco, casi nada"... pero ya sabes que entre la "nada" y el "casi" siempre me quedo con el segundo, con las vibraciones de voz casi imperceptibles y con los cuerpos casi visibles, siempre opcacos.

    gracias por hacerme legible,

    (algún día me parece que voy a tener que mandar al traste a mis fuentes, a mis musas y a mis (seudo)sentencias y empezar (por fin) a vivir. maldita melancolía y maldito deseo)

    biquños

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  3. voy a sentenciar: ya vives.

    la realidad es el deseo.

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  4. tienes razón, deseo y vida, no queda otra, querida tera.

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