miércoles, 30 de junio de 2010

el deseo: beirut y helen cixous

el haber sido creados para desear entrar y no entrar es algo que es muy profundo en mí y que siempre se me aparece, de manera arcaica, como la historia de Moisés, que encuentro fabulosa, ese hombre que llega hasta el umbral y que, por lo tanto, siempre vivirá en la promesa y en la no realización, que es una forma de promesa. Aunque por otra parte no creo que haga falta entrar, creo que no es deseable, que el movimiento hacia es de lo más exaltante(...)No, afortunadamente, el llegar no llega, hay que llegar a decirse que eso de llegar no llega, se da un movimiento de llegancia pero que concluye, que sólo puede concluir con el fin o con la muerte, no es nada deseable(...)Yo deseo este deseo, tengo el deseo del deseo -incluyendo el pesar que implica-, pero no el que conduciría a no tener nada que desear.

Cixous, Helene y Jacques Derrida. Lengua por venir (Marta Segarra ed.). Icaria editorial. Barcelona. 2004. p.119.

2 comentarios:

  1. vivir en la promesa, sí: pero siempre con unos límites --si la promesa se convierte en el fin, deja de ser promesa y entonces habría que mediarla con la promesa de la promesa, y así ad infinitum.

    qué envidia de concierto...

    (escribe más, alber, ¿sí? biquiño forte).

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  2. ay pip, que buena lectora eres. aplicas la lógica con una velocidad tal que me desarmas, pero aún así no renuncio a la promesa (al deseo) como algo intransitivo, como un fin en sí mismo.

    besiños

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