hoy estaba escuchando esta canción y he recordado un bello texto que me pasó s. aún sigo sin saber si soy (o si quiero ser) hans o el organillero.
“[…] (pero un amor es eso, no?, dijo el viejo, un amor es ser feliz quedándose), no estoy seguro organillero, yo siempre he creído que el amor es puro movimiento, una especie de viaje, (y si el amor ya es un viaje, razonó el viejo, ¿para qué necesitarías irte?), buena pregunta, bueno, por ejemplo, para volver, para estar convencido de dónde querías estar, ¿cómo vas a saber si estás en el lugar indicado si nunca te has ido? (yo sé que amo Wandernburgo por eso, contestó el organillero, porque no quiero irme), sí, sí, ¿pero y las personas?, ¿con las personas es lo mismo?, para mí no hay mayor alegría que volver a ver a un amigo al que no veía hacía tiempo, quiero decir, uno también regresa a los lugares porque los ama, ¿no?, y un amor puede ser como volver de viaje, (yo, como soy más viejo, pienso que el amor, el amor a los lugares, las personas o las cosas, tiene que ver con la armonía, y para mí la armonía es descansar, observar lo que tengo alrededor, estar contento estando donde estoy, en fin, por eso toco siempre en la plaza del Mercado, no puedo imaginarme ningún otro lugar mejor), las cosas y los lugares están quietos, pero las personas cambian, uno cambia, (querido Hans, los lugares también cambian todo el tiempo, te has fijado en las ramas?, te has fijado en el rio?), nadie se fija en esas cosas organillero, todo el mundo camina sin mirar, se acostumbran, se acostumbran a su casa, a su trabajo, a sus seres queridos, y al final se convencen de que esa es su vida, de que no puede ser otra, es pura costumbre, (cierto, aunque el amor también es una costumbre, no?; querer a alguien sería, no sé, como habitar en esa persona)”.
El viajero del siglo, Andrés Neuman.
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moucho,
ResponderEliminar¿qué haces y deshaces para que te dé por leer a neuman?
(aunque la preocupación es risueña)
verte. biquiño.